Esta última (hasta el momento) temporada de Damages, retoma lo que se había dejado por olvidado o saldado en la primer temporada. Es que se nota que todo aquel barullo necesitaba una resolución. Los escritores tuvieron la decencia de encargarse de las cosas acá y de no alargarla más. Ésto es para mi, un punto a favor, ya les puedo decir que pueden disfrutar de 39 episodios de una serie que, pudiendo continuar o no, cierra correctamente aquí. Al igual que en las otras dos temporadas, ya sabemos como termina todo, y todo termina en el carajo con la muerte de algún protagonista. Este truco no hace más que llenarnos de preguntas que intentamos responder a medida que se suceden los episodios. Un punto fuerte de esta temporada son los villanos de turno, Campbell Scott y Lily Tomlin encarnan a unos ricachones con toda la guita, que cuando se les muere el viejo no saben para donde rajar, con un nivel de patanería que a uno le dan ganas que los cacen pronto y que les den para que tengan. No me voy a detener nuevamente en Glenn Close, pero si quieren aplaudan de pie ante la presencia de esta señora. Ted Danson vuelve a estar muy bien y es una buena noticia su aparición con varios minutos en esta temporada, en un asunto que a primera apariencia parece tangencial a lo central. Antes de terminar, una mención especial a Martin Short, quien está bastante avejentado pero que calza en el papel, sorprendentemente en un papel muy alejado de su característica comedia. Para mi esta temporada devolvió a la serie a su nivel original. Un 4. Por Gastón.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón: 4
Martín:
Rodrigo:
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