Jeremías tiene varios problemas. Cinco, para ser precisos. Sus cuatro hijas y su esposa, que son infartantes. Jeremías es además el predicador del pueblo, por lo cual pone bastante alto la idea de la virtud y la castidad (para unas mujeres que el filme no se cansa de mostrar en pelotas). Y el pueblo entero está porfiado en jugarle en contra. Pero Jeremías está más que bien dispuesto a enfrentarse a golpes con aquellos que osen desafiarlo, de a uno o todos juntos, según la prisa que tengan los señores. Curioso western humorístico mexicano, que acompaña a Jeremías y sus mujeres desde Nogales a Arizona, siempre caminando sobre la fina linea de un humor en ocasiones chabacano, en otras liviano (o francamente pelotudo). Tiene algún giro impredecible que lo beneficia, y algún giro impredecible que lo vuelve inverosimil y que en su recta final, lo pierde. Una banda sonora espantosa, cargada de teclados Hammond, rechina permanentemente. Como dato curioso, actores de cepa como Chuck Connors y John Ireland acompañan muy secundarios a un ignoto elenco mexicano. De a ratos entretenida, de a ratos simplemente pava. Un 2. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
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