Carnahan comienza con una presentación del personaje principal, a manos de un muy sólido (en lo mejor que le conozco) Liam Neeson, muy precisa y bastante minimalista. Un grupo de trabajadores de lo que parece ser una planta petrolera se sube en un avión para llegar a Anchorage, Alaska y el avión sufre un accidente por alguna parte de uno de los lugares más inhóspitos e inhabitables que el hombre puede conocer. A través de los sobrevivientes, Carnahan construye personalidades y temperamentos, cuidando el paso a cada minuto, sin olvidarse jamás de la acción y los toques de aventura, fotografiando con maestría y con un casting realmente soberbio. Con pausada mesura construye un drama fabuloso, que evoluciona y termina por darnos una lección sobre el temple de los hombres y las elecciones que hacemos, y muy sobre todo sobre los caminos que elegimos para vivir nuestras vidas de acuerdo a nuestras capacidades y limitaciones; para decidir a conciencia cuando y como uno va a caer. Un par de veces amaga con desbarrancar terriblemente, y justo cuando llegan las etapas definitorias, Carnahan da un paso al frente y redobla la apuesta y explora la relación del hombre con Dios y resuelve con la maestría de un grande. Gran, sonoro 5. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico: 3
Fito: 4
Gastón:
Martín:
Rodrigo: 5
Promedio Tripartito: 4.00
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