O road movie a lo Godard, con la pareja de inadaptados de Jean-Paul Belmondo y Anna Karina atravesando Francia y huyendo de unos traficantes de armas. Como siempre en Godard, el argumento importa poco y nada y sirve de mero vehículo para que el director introduzca sus ideas sobre el tiempo, la percepción y otras más que interesantes cuestiones. Visualmente, PIERROT... es una obra de arte; a modo de ejemplo, mencionaré la secuencia en que Pierrot-Belomondo asiste a una fiesta en casa de sus suegros en la que las habitaciones disponen de colores diferentes y en las que los invitados se comunican mediante jingles publicitarios. Sólido 5. Por Martín.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón:
Martín: 5
Rodrigo:
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