La Herencia Valdemar de José Luis Alemán (2010)
Una tasadora (Silvia Abascal) viaja de urgencia a la Mansión Valdemar, ya que se acerca el momento de subastarla y el tasador anterior ha desaparecido. Ya antes de ponerse en viaje nos queda claro que la Mansión es cualquier cosa menos que trigo limpio. Pero lo que parece ser el inicio de un sólido film de terror con ribetes lovecraftianos, pega un brusco timonazo y se sumerge en el día a día de los Valdemar- allá, a fines del siglo 19- y como terminaron quedando condenados para dar maldición a la casa de su nombre. Pero durante más de una hora, nos olvidamos del horror y damos paso a un drama histórico romántico muy a la española (tan es así, que personajes históricos como Aleister Crowley o Bram Stoker se pasean por el celuloide con acentos de lo más castizos). La cosa se estira y estira (y de la pobre tasadora nos olvidamos por completo casi hasta el final) y la supuesta inspiración lovecraftiana es una estafa, ya que más allá de algunas menciones a tal o cual libro maldito o una rápida pasada por la clásica "evos extraños" no hay nada del maestro de Providence en este metraje. Es la mitad de un díptico, pero a mi me alcanzó la primera mitad para saber que paso de enterarme como sigue. Un pálido 2. Por Fito.
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