Madigan y Bonaro (Richard Widmark y Harry Guardino) son dos polis que tienen un mal encuentro con Barney Benesch (Steve Inhat) un peligroso criminal, donde pierden sus armas. Como castigo a su descuido, el rígido comisionado Russell (Henry Fonda) les da un ultimatum: 72 hs para detener a Benesch. Por su parte Russell tiene sus propios problemas: una acusación de corrupción contra un compañero de armas, prácticamente un hermano de toda la vida. Estas dos historias dan núcleo a la película y así, a priori, debería bastar, pero Siegel dirige sin su acostumbrado brío, la historia transita cansina por el más absoluto cliché y en algún momento, se vuelve simplemente demasiado tediosa. Queda en un 2. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
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