La volví a ver después de años, y hay dos cosas que sobresalen, uno que la historia en sí misma no es la octava maravilla y aunque bien contada, tiene dos que tres recursos circunstanciales como para darle dinámica al asunto. Dos y fundamental, lo bestialmente bueno de Dustin Hoffman. Para el que todavía no la vio, es la historia de un vendedor de autos (Tom Cruise) que se entera que su padre ha fallecido y que le toca mucho menos de lo que sospechaba en el reparto de bienes. En ese mismo proceso, descubre que mucho del dinero del padre, va a parar a un fideicomiso que maneja una institución parecida a un asilo. Todo, prácticamente todo se sustenta en la interacción entre Hoffman y Cruise, y el primero compone un trabajo realmente memorable. 5 puntos. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico: 5
Fito:
Gastón:
Leo: 4
Leo: 4
Martín: 4
Rodrigo: 5
Promedio Tripartito: 4.50
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