Este thriller de espías abre como le gustaba filmar al viejo tuerto: un tren surca los alpes suizos y en menos de un minuto un tipo es tirado de cabeza en un puente... arranque con tutti! Ernest Borgnine- en uno de sus raros protagónicos- es un productor de cine nacido en Rusia pero criado en EEUU que se transforma sin quererlo en el centro de una compleja trama que involucra al servicio secreto de ambos países. Guerra fría a full, con la habitual visión negativa de la época sobre el lado soviético. Amén de esa habitual "inocencia" (por decir algo) el filme tiene la curiosa elección de incluir una voz en off que nos narra los procedimientos del CBI (Central Bureau of Inteligence en vez de llamar a la CIA por su verdadero nombre) para combatir el espionaje, pareciendo por momentos un documental informativo bastante patoso. Olvidando esto, y que es en suma propaganda antisovietica, además adolece de una falta de ritmo importante a lo largo de gran parte del metraje. Borgnine aporta una poderosa actuación- acompañado bien por Vladimir Sokoloff como su padre- pero en verdad se hace cuesta arriba de ver. Quedamos en un 2 y primer tropezón- visto por mí, al menos- en la filmografía de De Toth. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
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