¿Cómo es posible que películas tan malas se hagan en un contexto que- aparenta- es clase A? ¿Qué lleva a actores como Morgan Freeman a meterse en estas cosas? ¿Ya podemos asumir que Gerard Butler y Aaron Eckhart no van a volver- nunca jamás- a tener una carrera decente? En esta americanada nos encontramos un ataque terrorista- coreanos, malditos coreanos- sobre la Casa Blanca (risible el ataque) que termina dejando al presidente rehén de los villanos y a un heroico agente del servicio secreto para enfrentarlos. Por encima de la berretada que es el argumento, es visible lo bajo de su producción, en efectos especiales y decorados (la sangre digital parece de proyecto amateur de escuela de cine boliviana, sin ánimo de desmerecer a los bolivianos comparándolos con esta bazofia). Un 1 tremendo. Por Fito.
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