Romeo & Juliet de Carlo Carlei (2013)

La historia de los amantes de Verona se cuenta entre las más conocidas por la humanidad toda. La obra de William Shakespeare se ha dramatizado incontables veces en salas teatrales y varias en la gran pantalla. Probablemente sea la versión de Franco Zeffirelli de 1968 la más reconocida e inmortalizada en las retinas de todos los espectadores. Y es que Romeo y Julieta se cuenta entre esas pocas historias que todo el mundo conoce, incluso si nunca la ha leído o visto representada. El amor condenado al fracaso, el amor trágico que narrara el inmortal bardo, fruto de rivalidades familiares, funestas coincidencias y tristísimo final. ¿Qué puede aportar entonces una nueva versión de una historia tan conocida?

Con muy poca difusión y repercusión se estrenó el año pasado la versión que ahora llega a nuestras salas, dirigida por el italiano Carlo Carlei. Lo primero que se aprecia y agradece es el mantener la obra en su época original. No suele resultar la traslación de Shakespeare a tiempos modernos, como lo probara la reciente versión de "Mucho ruido y pocas nueces" que realizara Joss Whedon o el muchísimo más espantoso recuerdo que trae "Romeo + Juliet" la terrorífica versión de Baz Luhrman con Leonardo Di Caprio y Claire Daines. Pero en la versión de Carlei las cosas están en su sitio. Es más, en su respeto al original subyace su fuerza. Esta versión de Romeo y Julieta no cae en la tentación de la parodia, del humor. No se toma ni por el más mínimo segundo el tiempo de no ser seria, respetuosa de la obra original. Y ante el desafío de contar una historia por todos conocidas, elige por contarla bien.

La dirección de Carlei no arriesga ni apuesta por opciones extremas, sino que por el contrario es absolutamente clásica y predecible. Pero lo que en otro contexto podría ser reprobable, aquí funciona perfecto. El tono y ritmo de la acción va avanzando con la contundencia de hace más de 500 años, la misma contundencia que tiene esta obra desde que nació de la pluma de Shakespeare. Es casi imposible no ser tocado emotivamente por lo poderoso de sus palabras. Una posibilidad que esto suceda depende de la calidad de su elenco. Y es posiblemente aquí dónde está la pata flaca de esta versión.

Si bien el elenco veterano cumple y cumple bien (Damian Lewis, Natasha McElhone, Stellan Skarsgard y muy especialmente Paul Giamatti como el Fray Lorenzo) el elenco joven, verdadero protagonista de la historia, hace agua por todos lados. El trío Romeo, Teobaldo, Mercutio (interpretado por los sosos Douglas Booth, Ed Westwick y Christian Cooke respectivamente) es sencillamente nefasto. Por momentos (especialmente en esos monólogos de Romeo, recitados con cara de piedra, incapaz de la menor emoción) parece que estuviéramos viendo una versión Shakespeareana de Crepúsculo. Hay pocas cosas que funcionan peor que malos actores recitando al gran poeta inglés.

El desempate, en la hora y con la mano, lo brinda la Julieta de Hailee Stanfield. Stanfield, que es garantía desde su destaque en "True Grit" (2010) de los hermanos Coen, borda una Julieta delicadísima, hermosa, expresiva y muy convincente. Carlei parece notarlo y la película le destina mucho más tiempo de rodaje que a su malogrado compañero de elenco, y en particular unos detenidos primeros planos, efectivos todos y cada uno de ellos.

Puestos a pensar, podría creerse que esta es una adaptación oportuna de la obra, pensada para las legiones de fanáticos de las versiones de novelas para adolescentes que hoy día colman el cine. Y es una realidad que muchas de estas versiones modernas se inspiran en esta y otras obras de Shakespeare, aunque no siempre con el mejor de los resultados. Incluso si se tiene tan cínica visión, es muy difícil que uno no llegue a ser tocado emotivamente por este amor condenado, esta eterna historia, esta crónica de una muerte anunciada, que involucra siempre, desde 1597 para acá. Apenas 3. Por Fito.

Puntajes:

Federico:

Fito: 3

Gastón:

Leo:

Martín:

Rodrigo:

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