Dice el dicho: "tenle más miedo a una mujer despechada que a un hombre enojado". La primera escena nos muestra a una jovencita considerablemente enojada, que ha atado a su pareja (un infortunado Billy Zane) a una silla y le demanda explicaciones con respecto a un montón de mensajes de texto de índole sexual que encontró en su teléfono y que están dirigidos a su mejor amiga. La escalada de violencia de la mujer engañada trepa a niveles excepcionales con el paso de los minutos y si bien la película se controla en cuanto a lo gráfico de sus escenas, tiene dos que tres momentos contundentes. Hay un segundo evento que sucede en paralelo por un tramo importante de la película que no tiene mucho que ver, y que únicamente está allí para aparecer en el cierre, cierre que en los últimos 20 minutos de va por la borda mal, como le suele suceder al género. 2 puntos. Por Rodrigo.
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