Este mediometraje (46 min) funciona como un ejercicio metacinematográfico y de metaliteratura a la vez. Adapta, con una fidelidad extrema, el relato homónimo de HP Lovecraft, publicado en 1926, como si una película de esa misma época se tratase. Estamos entonces, frente a un film de cine mudo, con una poderosa banda sonora, actuaciones a tono y un expresionismo que lo hermana con el cine alemán de aquellos años ("Nosferatu", " El Gabinete del Dr Caligari"). La adaptación, a cargo de la Sociedad Histórica HP Lovecraft, funciona perfectamente, remitiendose directamente a las sensaciones que cualquier lector del cuento ha sentido: la locura, el horror ante cada descubrimiento y lo inevitable de la maldad que avanza ante acontecimientos aparentemente inconexos. Por tanto, se trata de un film que funciona como metarelato y experimento a la hora de jugar con la literatura y su posible adaptación, pero que también funciona como una película extremadamente efectiva en sí misma. Venga un sólido 4. Por Fito.
Puntajes:
Christian:
Fito: 4
Gastón:
Martín:
Rodrigo: 4
No hay comentarios:
Publicar un comentario