Existían ciertas expectativas (en su mayoría negativas) al respecto de esta continuación, cuarta en la serie, sobre todo después de una muy (injustificadamente a mi humilde entender) criticada tercera parte. El problema de ser coherente con las paradojas temporales que le dan cuerpo a la saga no es para cualquiera, y un director como McG (autor de las impresentables adaptaciones al séptimo arte de "Los ángeles de Charlie") no era lo que uno diría un seguro voto de confianza. Pero hay que admitir que sale airoso del asunto. Opta por dejar en un segundísimo plano las vueltas de tuerca temporales y entrega en cambio un sólido film de acción, con dos protagónicos contundentes: el 'siempre rindo' Christian Bale y el sorprendente Sam Worthington, que aquí se roba la película. Tiene algunas cosillas en su recta final, facilismos típicos del genero de acción, además de la manía de utilizar raperos impresentables a la hora de actuar (Common o unatabla de planchar serían lo mismo) que no le permiten aspirar a mas. Pero tampoco parece haber sido esa su intención. Este es un film de intenciones simples: entretener durante dos horas, y lo logra de manera más que correcta. Un 3. Por Fito
Puntajes:
Christian: 2
Fito: 3
Gastón:
Martín: 1
Rodrigo:
Promedio Tripartito: 2.00
Aciertos: la estética Mad Max de futuro hecho mierda esta bien. Las tribuos urbanas que se encuentran por el camino también. El comienzo con algunos misterios a resolver (el condenado a muerte y el pozo con sobrevivientes). Los robots gigantes están bien también, y los modelos anteriores de terminator también (t600, creo).
ResponderEliminarDesaciertos: a los 20 minutos de peli ya sabes gran parte de lo que va a pasar (escena con Michael Ironside). Las escenas de gigantismo no se explotan lo suficiente. El cuartel general de Skynet se reduce a corrales de metal donde unos robots de apariencia humanodie y con metralletas vigilan los rebaños. Además: Terminators tomando prisoneros? Donde se ha visto! En suma el tan temido cuartel general no impresiona ni de lejos. Le faltó imaginación. Le faltaron robots y máquinas integradas al sistema, a las paredes, le faltaron los "biomechanics" de Giger (a exepción de nuestro buen amigo presidiario). Y las carceles desinfectadas y pulcras donde tienen al papa de John tampoco cuajan. Del duelo con Arnold mejor ni hablar.
Ademas el cuartel gral se parece demasiado a campo de concentración nazi.
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