Estupenda obra bélica que utiliza un lenguaje diferente al de su época. Es claramente una hija de la guerra fría, y sin embargo, por vez primera cuenta desde un ángulo objetivo lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial. Un acorazado norteamericano que anda patrullando por el Atlántico Norte se topa con un submarino U-Boat alemán y se desata una batalla naval. Al frente del acorazado está Robert Mitchum, en estupendo rol, recio y honorable; y por el otro lado, el verdadero actorazo de la película: Curt Jürgens. Ambos capitanes llevarán adelante un juego de ajedrez en donde cada maniobra es la diferencia entre vivir para contarla o no. Mi único pero, que inevitablemente Powell se encarga de dejar en claro que la razón fundamental por la que el personaje de Jürgens no es un redomado imbécil, o un incapaz o peor aún, un malvado inescrupuloso, es porque es claramente un rebelde que no está para nada de acuerdo con la doctrina Nazi. Vale un muy sólido 4. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón:
Martín:
Rodrigo: 4
No hay comentarios:
Publicar un comentario