Walther Matthau (tan grandioso como siempre) interpreta a un determinado Juez de la Suprema Corte de Justicia, liberal a muerte, que termina enfrentandose (en ideas y maneras de ver la vida) con una joven jueza, la primera mujer en asumir el cargo, interpretada por Jill Clayburgh. El film, una comedia dramática muy efectiva en ambos géneros, transita por varios tópicos a discutir: la integración de géneros, los derechos constitucionales, el derecho de expresión y hasta termina dando vueltas a una trasnacional con asuntos turbios en materia de patentes. Pero lo que importa, más allá de estos asuntos puntuales, es el duelo (actoral, además, que Clayburgh le sostiene varios mano a mano a Matthau) entre dos maneras de ver el mundo. Apenas si un atisbo de una innecesaria historia de amor tiñe de lugar común este muy buen filme del director Neame. Alcanza el 4. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 4
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
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