Y llegamos a la tercera temporada. Podemos afirmar que la serie se mantiene en su velocidad crucero y esta velocidad es vertiginosa. El entramado de historias continúa y tenemos acá elementos de las primeras dos temporadas que estallan, en particular el enfrentamiento final entre la pandilla y la agente Stahl (la estupenda Ally Walker que borda del todo a su personaje) condimentado con el IRA y un viaje tremendo de los motoqueros casi que ha pleno a Irlanda. La serie está dentro de lo mejor de la TV actual. Punto. Aporta momentos de tensión poco comparables y giros extraordinarios, vertiginosos en su trama. Esto último es apenas lo mínimo objetable, como en ocasiones por mantener ese vértigo los problemas que parecen insalvables hoy son practicamente olvidados mañana, y como pasan los personajes del odio al amor casi que sin dilación. Pero tenemos mucha merca y de la buena. Katey Segal, Ron Perlman, Titus Welliver e inclusive Charlie Hunnam (quien finalmente me ha comprado con su personaje) más un inagotable elenco secundario pagan capítulo a capítulo la vuelta. Estamos ante un solidísimo 4 y van. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 4
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
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