Un joven cubano viaja a Houston por primera vez a conocer a su padre, ahora que su madre ha fallecido. El padre, Kris Kristofferson, es dueño de una academia de baile donde la principal maestra es la escultural Vanessa Williams. El joven cubano no es otro que Cheyenne, y si bien debo reconocer que la música que el amigo hace a mi no más no me funciona, tiene un carisma imponente, tiene una sonrisa amable y compradora y por Dios que el hombre sabe bailar. La Williams no le pierde pisada tampoco, y entre escenas simpáticas entre ellos, más descomunales escenas de baile (atento a la ida al club Titón) al son de salsa cubana de a de veras, las dos horas se escapan en un suspiro. La resolución es la que ustedes y yo sabemos que va a suceder desde el primer minuto. Sólido 3. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico: 3
Fito:
Gastón:
Martín:
Rodrigo: 3
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