Kaye es un director diferente, que transita caminos diferentes. Esta es una visión triste, desoladora y deprimente de la juventud Norteamericana actual, del sistema educativo y de la realidad suburbana de muchos. Cuenta varias historias entrelazadas casi llegando a ser un documental por momentos y sostiene de cabo a rabo el tono aséptico y frío planteado desde el inicio. Con el paso de los minutos la cinta se vuelve brutal y despiadada en cada ángulo que ha planteado y desarrollado y no cierra con mensajes esperanzadores de un mejor mañana; el trabajo de Kaye cierra antes de exponer una conclusión o siquiera de hacer un resumen, apenas uno termina por ver el barco que se aleja en el medio del mar de nada. Excelsos trabajos de un bárbaro Adrien Brody al frente, cuando no Marcia Gay Harden, un secundario buenísimo de James Caan, bien por Lucy Liu, y por una muy buena Sami Gayle también. 5 puntos señores, poco más que decir. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón: 4
Martín:
Rodrigo: 5
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