Un incendio en el depósito del museo de Londres descubre una estatua antigua, que al parecer tiene la capacidad de cobrar vida llegado el caso y ser muy peligrosa por ello. Su destino se ve relacionado con el del perturbado asistente del director del museo (correcto Roddy McDowall). Mientras el filme se desarrolla casi en un plano psicologico y medido es más que bueno, pero a medida que la amenaza de la estatua se concreta, va alcanzando cotas de lo ridículo minuto a minuto (como el peligro mismo de la estatua, que se mueve a 1 km por hora). Casi un 1, se salva por el arranque digamos y las ganas de McDowall en el protagónico. 2. Por Fito.
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