Antonio vuelve a la carga como Anthony M. Dawson y yo cometo el error de seguirlo. Clásica subida de carro italiana al cine de horror ochentoso (al de canibalismo para ser precisos) presentando una historia que cuando menos tiene un encare distinto. Un grupo de veteranos de Vietnam comienza a tener el mal hábito de paparse a sus congéneres. ¿Será stress post traumático o un mortal virus contagioso? Pero la verdad, poco puede rendir esta premisa cuando no hay un peso partido al medio para sustentarla (salvo el gore, que funciona, no hay nada más), sólo John Saxon actúa un poquito y el guión es recontramegapredecible. Va cayendo, sin pausa y sin prisa, a medida que avanza en el 1 que termina siendo al final. Por Fito.
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