Un
castillo abandonado
sobre el Pacífico norte en EEUU (que parece escapado de Europa y en
algún momento se explica que fue trasladado piedra por piedra por un
millonario excéntrico) sirve como psiquiátrico para el ejército, quien
trata allí a 18 internos, afectados casi todos por la guerra de Vietnam,
aunque también guardan allí a un astronauta que hizo crisis en plena
cuenta regresiva. Un nuevo doctor (Stacey Keach) llega para hacerse
cargo, aunque trae consigo sus propios demonios. La marca a fuego el
tono ochentoso de muchas secuencias (la extensísima secuencia musical
con canción melosa a tono que abre la película por ejemplo) pero el
elenco pone mucho de sí (el ya mencionado Keach, muy bien Scott Wilson
como el astronauta y secundarios de Jason Miller- si, el Padre Karras de
El Exorcista- Neville Branch, Robert Loggia, Tom Atkins y elenco).
Ahora, el problema de verdad llega con los giros del guión, que se ven
venir de lejos (una referencia hitchconiana la
dice incluso uno de los personajes) y cae en soluciones bastante poco
creíbles (como haría años más tarde Shutter Island). Si le sumamos
cierta moserga religiosa sobre el final, terminamos quedando en un 2. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Leo:
Martín:
Rodrigo:
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