Si es que se dice por ahí que The Wire
es la mejor serie de todos los tiempos, se tendría que decir también
que esta temporada, la cuarta, es la mejor temporada de The Wire. El
mejor aspecto de esta afirmación acerca de esta serie, es que sólo
llega a ser tan buena gracias a las temporadas anteriores. Es como si
todo el tinglado se hubiese estado armando para que el espectador
entienda y esté preparado emocionalmente para entender lo que se
quería transmitir en este cuarto acto. Es más, bajo la lupa de la
temporada en cuestión, se pueden releer las anteriores,
principalmente en lo que respecta a las vidas de los gurises de la
calle. Así que, obviamente, si alguien dejó The Wire en la tercera
temporada (algo que supongo raro aunque no imposible, ya que esa
temporada cierra completamente) sería imperdonable no ver esta
cuarta. Y automáticamente va a quedar enganchado porque esta
temporada no cierra como las anteriores y nos dejan esperando la
quinta, que es además la última. La cuarta temporada tiene todo,
asesinatos, traficantes emergentes y el comienzo del cambio en las
reglas de juego y una nueva investigación desde cero; además de
empezar a marcar más énfasis en la política. Pero lo más
interesante es el fondo social y marginal donde ocurre, con una
mirada desde lo educativo que es sumamente interesante. Nada es
sencillo en el universo que plantea The Wire y nada es de fácil
interpretación, como la vida misma. Un apunte interesante, si será
buena esta serie que se da el lujo de apartar a un papel marginal a
su principal estrella, James McNulty, encanado por Dominic West, y
aún así no perder ni un ápice de magia. No hay más que esto, no
hay más que 5. Por Gastón.
Puntajes:
Federico:
Fito: 5
Gastón: 5
Leo:
Martín:
Rodrigo:
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