Michael Corleone, después de haber separado casi por completo su familia intenta rehabilitarse socialmente y legitimizar todas las posesiones familiares negociando con el Vaticano. Veterano y cansado, Michael se da cuenta que lo que más quiere es retirarse y pasar tiempo con sus hijos, pero para ello necesita un sucesor y Vincent, el hijo ilegítimo de su hermano Sonny, interpretado por Andy García parece ser el indicado. Si bien el Padrino III, no es tan buena como sus antecesoras, igualmente logra convencer y de alguna manera y cerrar una gran historia. La escena final con Michael solo en Italia es una joya. Algunas actuaciones muy flojas como la de la hija de Coppola, que la verdad deja mucho que desear a mi gusto, pero bueno es la hija del jefe. Igualmente la película llega a un 4. Por Federico.
Puntajes:
Federico: 4
Fito: 3
Gastón:
Martín: 4
Rodrigo: 3
Promedio Tripartito: 3.50
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