Una única toma de noventa minutos es esta película del brillante director ruso; un viaje por el Museo del Hermitage ambientado en el siglo dieciocho; un auténtico prodigio, no sólamente técnico, sino también narrativo. El propio Sokurov - que no se ve - es la voz de un fantasma perdido que deambula por los salones del Museo, encontrándose con personajes tan variados como el zar Pedro I o visitantes del siglo XXI que observan con atención los cuadros que se exponen. La secuencia del baile - diez minutos y 800 actores - es una clase maestra de filmación (sobretodo, si se tiene en cuenta que Sokurov se estaba quedando ciego). Un colosal 5. Por Martín.
Nota: El títutlo internacional es Russian Ark.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón:
Martín: 5
Rodrigo:
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