Last Vegas de Jon Turteltaub (2013)

La fórmula funciona. La idea de juntar a un grupo de estrellas veteranas en una película no es específicamente novedosa pero últimamente goza de muy buena salud. Sea en el género de acción- el díptico "Red" con Bruce Willis, Helen Mirren y John Malkovich o la mayor combinación de esteroides y botox que ha visto la historia, las (por ahora) dos "Los indestructibles" con Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Mickey Rourke, etc.- o en la comedia- "Tres Tipos Duros" con Al Pacino, Christopher Walken y Alan Arkin o la muy próxima "Ajuste de cuentas" con, de nuevo, Sylvester Stallone, Alan Arkin y Robert De Niro- el combo actores veteranos más fórmulas sabidas da igual buen resultado de taquilla y, a veces, correcto desempeño cinematográfico. Así como en los años setenta Hollywood llevó adelante dos corrientes tan marcadas- en género y etnia- como lo fueron el sexploitation o el blacksploitation pareciera que ahora vivimos la era de oro del oldsploitation (como lo ha definido el crítico local Christian Font), lo que quizá nos diga algo al respecto de la franja etaria correspondiente al público que asiste a las salas de cine hoy día.
En "Último viaje a Las Vegas" el inesperado casamiento de Billy, el solterón del grupo- Michael Douglas- lleva al reencuentro de una barra de amigos (originalmente todos de Brooklyn pero ahora repartidos por todo Estados Unidos) que manejan diferente esto de andar rondando los setenta años de edad. Archie (Morgan Freeman) vive agobiado bajo el cuidado de su hijo luego de un derrame cerebral, Sam (Kevin Kline) harto de estar rodeado de viejos en Florida y Paddy (Robert De Niro) en una completa depresión desde hace más de un año, luego de haber enviudado. Como indica el manual de guión, en el fin de semana que compartirán los cuatro solucionarán sus problemas, diferencias y saldrán mejores que antes, fortalecidos como individuos y como grupo.
No hay nada en el argumento de "Último viaje a Las Vegas" que un espectador mínimamente avezado no pueda prever. Cada giro de la trama, cada rulo de personalidad de los protagonistas, toda y cada una de las resoluciones, se ven venir desde incluso mucho antes que la propia película plantee siquiera el conflicto. Y por el lado del humor, tampoco esperen innovación. El éxito de la trilogía "¿Qué pasó ayer?" marca la pauta casi que desde el comienzo: drogas (moderadas en este caso, incluso legales), sexo (el que puede plantearse sobre los setenta años) y mucho alcohol en lo que buscará ser un fin de semana de fiesta permanente.
La previsibilidad de la película no necesariamente la destruye. Con la premisa de que si no se puede contar un relato nuevo por lo menos se puede contar uno viejo bien, el director Jon Turteltaub- veterano artesano de la industria, responsable de meritorios filmes como "El aprendiz de brujo" o "La búsqueda del diario secreto" y otros espantosos como la secuela de este último- sabe lo que hace y, aunque como hemos dicho no arriesga, tampoco falla. El lugar común de "el que no arriesga, no gana" se complementaría acá con un "pero tampoco pierde" y no son pocas las secuencias que resultan entretenidas, amenas y por encima de todo, divertidas.
Para que el aparato funcione, mucho de su efectividad depende del elenco y es en este apartado dónde no hay nada que temer. Incluso con unos personajes que no se alejan ni un paso del cliché, el combo Douglas-De Niro- Freeman- Kline le saca todo el jugo posible a cada diálogo, a cada situación. Del cuarteto, los más beneficiados resultan ser Freeman y Kline, ya que su protagonismo en la película es menor y eso les permite mucha más libertad. Por el lado de Douglas y De Niro, les toca la trama central de la película- que es a su vez la más dramática y por ende la más predecible- y aunque De Niro hace de taquito una vez más su viejo malhumorado, no falla y es Douglas (quien a priori podría ser considerado el actor más limitado de los cuatro) el que lleva adelante la parte de drama y emoción.
Una historia de fiesta y excesos, pero que en definitiva no pasa de ser una comedia liviana aunque efectiva. Un drama adivinable por completo, pero que no deja por eso de pintar una historia sobre la amistad (firmemente masculina) emotiva en todo caso. Y la chance de divertirse- y de ver divertirse, porque no cabe duda que lo pasaron bien filmándola- con cuatro actores de lujo, en la primera ocasión que trabajan juntos entre sí (tanto los cuatro como cualquiera de ellos cruzados). 3. Por Fito.

Puntajes:

Federico:

Fito: 3

Gastón:

Leo: 2

Martín:

Rodrigo: 1

Promedio Tripartito: 2.00

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores