Demi Moore compone a una de las primeras ejecutivas del mundo de los negocios londinense en la década del 60, más precisamente en una empresa de diamantes, que víctima de la discriminación sexual se asocia con un veterano bedel interpretado por Michael Caine para robar un cuantioso monto del bien principal de su empresa. Radford aporta un toque de elegancia y las actuaciones rinden lo suyo, pero todo el éxito de la película subyace en el "como" se roban esos diamantes, lo que al momento de ser dilucidado no resulta ser gran cosa y por tanto, no resulta ser gran cosa el film. Un 2. Por Fito.
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