Clasicazo del tío Alfred, donde un publicista es confundido por unos espías con un agente del gobierno, lo que propicia su persecusión, acusamiento de un crimen que no cometió, etc. Hitch dirige con el pulso que lo caracteriza y la historia es sorprendente sobre todo en su primera mitad. Tiene en contra que si bien Cary Grant es encantador, el personaje le exige algunas ductilidades de las que carece y ciertamente en su segunda mitad se ven para donde van los tiros sin demasiados sobresaltos. Por contrapartida, tiene dos secuencias inolvidables (las legendarias del avión en el campo y el final en el monte Rushmore) así como dos sólidos villanos encarnados por James Mason y especialmente Martin Landau. Un 4. Por Fito.
Puntajes:
Christian: 5
Fito: 4
Gastón:
Martín: 4
Rodrigo:
Promedio Tripartito: 4.33
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