Una película cómicamente pacifista ambientada durante las guerras napoleónicas donde Allen le da vida al debilucho soldado Boris Gruchenko. Más allá de los homenajes - que van desde Bergman hasta Tolstoi y Doistoviesky - Allen despliega en este filme su mejor humor, además de una reflexión sobre la Muerte (uno de los mejores personajes de la película) y lo que significa vivir y morir. La banda de sonido de Prokoviev es otro de sus puntos altos. Un sólido 5. Por Martín.
Puntajes:
Christian: 5
Fito:
Gastón:
Martín: 5
Rodrigo:
Me gustó ésta de Allen, sí. Pero no le daría un 5. Por momentos deriva un poco.
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