Comedia increíblemente dual. Por un lado tenemos a Anne Hathaway que entre que tiene una boca excesivamente grande para una cara demasiado pequeña (de a ratos con el maquillaje se parece mucho al Joker de Jack Nicholson), y que no es muy expresiva, termina siendo inocua; la historia de amor de ella con su novio (el también inocuo Adrian Grenier) que la termina dejando mal parada a ella en la peli como la jodida y traicionera, termina desvirtuando la parte maravillosa que tiene The Devil Wears Prada, que es el propio Diablo en persona encarnado por la exquisita Meryl Streep. A estas alturas, yo estoy convencido que la Streep haciendo de monja en el siglo XV, de Atila el Huno, de enferma de cáncer o de Terminator rinde lo que sea que haya que rendir (Estoy empezando a sospechar si la mamá monstruo en Alien no será ella maquillada, o si no habrá hecho de submarino en The Hunt For The Red October). En este caso, la diosa encarna a la más obsesiva, inexpresiva, inquebrantable, imposible jefa de una de las más famosas revistas de moda del planeta. Lo otro excelente, Stanley Tucci en un secundario con ganas. El balance da una comedia entretenida con mejores y peores momentos, normalmente los primeros relacionados a la aparición en escena de la Streep o Tucci o ambos. 3 puntos. Por Rodrigo.
Puntajes:
Christian:
Fito: 2
Gastón:
Martín: 2
Rodrigo: 3
Promedio Tripartito: 2.33
Sin duda los que salvan la plata son el tándem Streep - Tucci. Por lo demás es una comediola sumamente previsible sobre ese mundillo en circuito cerrado que es el Manhattan de clase alta. Abundan los lugares comunes y los clichés y el servilismo que ostentan algunos personajes da un poco de rabia (tal vez porque uno sabe que es verdad?). En fin, se sospecha que se trata una vez más de la high class yanqui mirandose su recurrente ombligo.
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