A ver, la cosa es mas o menos así: nuestro protagonista es un recio patrullero neoyorquino que, un buen día, trata de detener a dos tipos que corren a un tercero. Todo resulta ser una emboscada para simular su muerte y el quia se despierta días después, con una cirugía plástica en lugar de cara, reclutado por una misteriosa organización gubernamental para ser su asesino y rebautizado como Remo Williams. ¿Y que hace este buen señor? ¿Espera al mejor momento para escapar de estos psicóticos y pedir ayuda? Nop. Acepta. Ya desde semejante punto de partida, poco podemos esperar después. Curiosamente, cuanto más se acerca el film a la comedia (y de paso, deja de lado la acción más inverosilmente ochentosa) más efectivo se vuelve (destaca Joel Grey como el maestro coreano Chiun, irreconocible bajo kilos de maquillaje). Fred Ward compone un protagónico lo suficientemente divertido como para llegar al 2. Pero nada más. Por Fito.
Puntajes:
Christian:
Fito: 2
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
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