A través de la imagen de un hombre de familia, cuyo negocio prospera, podemos ver lo endeble de muchos sistemas penales. Un delincuente entra a la casa de esta familia, y Stephen Dorff (el padre de familia) lo auyenta con un bate de baseball y en el jardín lo golpea en la cabeza y de un solo swing, mata al intruso. Como el Señor Delincuente tiene sus derechos, y uno no puede defenderse a menos que sea dentro del dormitorio del hijo y el Señor Delincuente, esté a punto de violar o asesinar a su hijo (o al menos así parece en varios sistemas penales del mundo); Dorff termina yendo a parar a una carcel por 3 años. Nos muestra lo interno e inimaginable de un sistema penal corrupto y podrido desde la raíz, en donde lo que se hace más interesante a lo largo de la peli, son los aportes de los secundarios. Sam Shepard, está muy bien, Harold Perrineau es el director del ala de máxima seguridad de la prisión y está bárbaro, pero; y este es un gran pero, menuda sorpresa la que me llevé con Val Kilmer haciendo de un presidiario que las ha vivido todas y que se termina "amigando" con Dorff. Enorme, Kilmer, pero enorme. Resuelve un poco a las apuradas y siendo un tanto peregrino, pero lo mejor y muy bueno, son todas las pequeñas sub tramas, que enriquecen mucho al filme. Llega al 4. Por Rodrigo.
Puntajes:
Christian:
Fito:
Gastón:
Martín:
Rodrigo: 4
No hay comentarios:
Publicar un comentario