Twin Peaks (Serie) de Mike Frost & David Lynch (1990-1991)


TWIN PEAKS es una serie creada por Mike Frost y David Lynch, cuyos 30 capítulos se emitieron entre 1990 y 1991. Se trata de una de esas obras que se vuelven "de culto" y se establecen en una suerte de imaginario colectivo fílmico, generalmente, por razones tan valederas como cuestionables. Imposiciones de la cadena que la emitía o de los propios productores hicieron que la serie se viera recortada en varios episodios y directores y guionistas debieron "apurar" la historia para que -llegado el capítulo 30 - las diversas subtramas que se venían contando cerraran convenientemente. Básicamente, TWIN PEAKS cuenta la investigación que del crimen de la joven Laura Palmer (Sheryl Lee), en el pequeño pueblo del nombre, llevan adelante el agente del FBI Dale Cooper (Kyle McLachlan) y el sheriff local Harry S. Truman (Michael Ontkean). Como en todo relato de misterio, las pistas para resolver el enigma se van proporcionando en cuentagotas constituyendo el gran enigma de la primera parte de la serie (los primeros 15 capítulos), el saber ¿quién asesinó a Laura Palmer?. Los sospechosos son muchos y variados; a medida que la historia avanza, el citadino agente Cooper empieza a descubrir que en aquel pueblo aparentemente tranquilo no todo anda muy bien. Digámoslo ya: nada anda bien. Para complicar aún más la investigación del asesinato se suman conflictos que involurcran a varios personajes centrales: un proyecto maderero destinado a destruir los amplios bosques que pueblan la región, el tráfico de droga propiciado por la cercana frontera canadiense, la existencia de un burdel para ricos donde se desarrollan dudosas actividades, la presencia de vida extraterrestre en la zona y la fantasmal aparición de un asesino serial al que sólo algunos personajes ven. Me detengo aquí, so pena de arruinar la trama para quien aún no vio la seire. En el plano actoral, TWIN PEAKS tiene de todo como en botica. Impecables actuaciones (Ray Wise, Miguel Ferrer, Don S. Davis, Richard Beymer, Kimy Robertson, el propio McLachllan) conviven con composiciones penosas o cargadas de tics (Joan Chen, Jack Nance, Lara Flynn Boyle). Pululan por la historia -y por el pueblo- un despliegue de secundarios de gran nivel (David Warner, Michael Parks, David Duchovny) pero el verdadero peso actoral -y donde se revela el fino olfato de Lynch para seleccionar elencos y dejar actuar a los directores de actores - es el del plantel femenino. Madchen Amick, Sheryl Fenn, Wendy Robie y Grace Zabriskie son algunas de las actrices que realzan con su labor cada escena en la que aparecen. Otro factor a destacar es la exquisita banda sonora ejecutada por el genial Angelo Badalamenti (colaborador habitual de Lynch) y el sabio recurso del leit motiv, la música que identifica y se escucha ante la irrupción de un determinado personaje. Otro rubro a destacar es la fotografía que se revela en grandes planos del entorno natural (ríos, montañas, bosques, cascadas) y el manejo compositivo y pictórico con que son presentados un puñado de lugares donde se desarrolla la historia (el cafe de Donna, la comisaría, el Gran Hotel del Norte, el burdel Jack el Tuerto). Volviendo a la historia o, más concretamente, a la narración y manteniéndome firme en el propósito de no arruinarle nada al que aún no la vio, debo comentar algo que, en el momento de encontrármelo, me dejó notorimente perplejo. Tras la resolución del crimen de Laura Palmer -promediando la serie - se cuentan o se desarrollan un conjunto de historias que hasta el momento sólo se habían bocetado. Es en ese momento en que la serie abandona el tono más clásico (o, desde una perspectiva de los géneros, el corte más policial) y se convierte en una suerte de gran puzzle de conflictos donde - a mi juicio, de forma muy equivocada - se le da entrada a la comedia. Personajes que hasta el momento habían sido presentados y desarrollados con esmero narrativo y en estricta relación con el asesinato que propicia la historia, se vuelven anodinos, caricaturescos, proclives a un humor facilón que desorienta a cualquier espectador. No hay explicación posible - se me ocurre - para semejante cambio y, si la hay, a mi se me pasó completamente desapercibida. Ese giro hacia la historia coral, eventualmente salpicado de pequeños gags (ahora que caigo, los gags se supone que son siempre pequeños) termina cansando y hace que la serie se debilite. Si el programa terminara tras la resolución del crimen de Laura Palmer, estaríamos ante un clásico de la narración cinematográfica y hasta de tipo literario pero ese vuelco sorpresivo y tan radical, le quita ese eventual mote. Si bien hay capítulos mejores que otros (es especialmente memorable el tercer capítulo de la primera temporada, uno de los seis que de toda la serie dirige el propio David Lynch) y que la valoración en puntaje occila del 3 (en el peor de los casos) al 5 (en un par de oportunidades),la serie se mantiene en el entorno del 4 a pesar del debilitamiento progresivo que padece la segunda mitad. Estamos, señores, ante un correcto 4. Por Martín.

Puntajes:

Christian: 4

Fito:

Gastón: 4

Martín: 4

Rodrigo: 3

Promedio Tripartito: 3.75

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