Knowing de Alex Proyas (2009)


Y si, a Alex Proyas se le podrá acusar de muchas cosas pero definitivamente el hombre sabe filmar. Knowing es un ejercicio de ciencia ficción con grandes pasajes de suspenso, dos escenas de acción que le quitan el aliento a uno (y eso que la vi en DVD; en el cine, no quiero ni pensar lo que deben ser con sonido THX) y lo más sorprendente para mi entender, es la frialdad y el pulso demoledor con el que cuenta la historia. De a ratos parece una máquina de ingeniería alemana, que va apretando el pie en el acelerador paulatinamente pero nunca lo quita ni aminora el paso; para Proyas lo inevitable es inevitable desde el primer al último minuto. Por si fuera poco, me rescata a Cage, que hacía rato que le erraba a la pelela; componiendo un sobrio y centrado profesor del MIT, con su carga emocional sobre sus hombros y con su hijo de unos 7 años a su cargo con quien mantiene una relación demasiado adulta (y por si fuera poco asumiendo su pelada y dejando de lado el odioso peluquín). La trama: unos niños de una escuela, por los años 50, tienen la idea de enterrar una cápsula con dibujos de cómo ellos creen que el futuro va a ser; la cual deberá ser desenterrada 50 años más tarde, o sea en nuestra actualidad. Todos hacen sus dibujos excepto una niña que escribe una hoja llena de números. Cuando en nuestros días abren la cápsula, esa hoja cae en manos de Caleb, el hijo de Cage, y nuestro profesor descubre que lo que la niña anotó son las fechas y el número de muertes de cada uno de los desastres mayores en el mundo (sean ecológicos o causados por el hombre) de los últimos 50 años. Mi único pero: el final se alarga demasiado y sobre todo cae en dos que tres lugares comunes y sensiblerías medias baratas. Esa es la diferencia entre el 5 que aguanta casi todo el filme, con el 4 que le doy. Por Rodrigo.

Puntajes:

Christian:

Fito:

Gastón: 3

Martín: 1

Rodrigo: 4

Promedio Tripartito: 2.66

2 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo para nada. Cage está totalmente desubicado en el papel. Las escenas están forzadas. No alcanzo a discernir si es un problema de guión o de una edición mas bien pobre. O ambas. El problema de los números en determinado momento pasa a ser secundario y cobran más protagonismo los personajes vestidos de negro. En qué quedamos, ¿no era que el mensaje venía a través de los números? Además, ¡qué manía que les ha atacado a los yanquis con destruir el mundo en celuloide! En suma, otra más de catástrofe sobre el fin del mundo, aunque la catástrofe en sí, solo sobrevenga al final. En determinado momento uno empieza a sospechar que los de negro no son los malos y que los niñitos son una especie de Adán y Eva del nuevo mundo. Además, hacia el final de la peli, en la escena en que Cage va a la universidad, así como por arte de magia saca de la manga un "artículo que el había publicado sobre la actividad solar". Y en dos patadas explica que sus cálculos estaban mal y que en realidad lo que va a ocurrir es que sobrevendrá una "superflare" (super erupción solar) (¿¿??) que devastará la Tierra. Oh, casualidad, justo la superfalre explotará en el mismo plano orbital que el de la Tierra (y la mayoría de los planetas) justo en el preciso momento en que ésta pasa por delante, habiendo 1 millon de direcciones más. Se salva del 1 por: el comienzo y la escena del accidente aéreo.

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  2. Sigo, el tema de la fe perdida de Cage también se resuelve como en todas las demas pelis en que la fe es cuestionada: invariablemente el protagonista la recupera, aunque en este caso no sea la fe en dios precisamente. Además, es verdad que la escena final es demasiado larga y sensiblera y la cereza de la torta es la escena final de los dos nenitos corriendo hacia el árbol de la vida.

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