Una historia sobre la paranoia, el miedo y la palpable cercanía de la demencia. Fred Madison (Bill Pullman) comienza a recibir inquietantes videos que muestran el fente de su casa, el interior, las habitaciones y a él durmiendo junto a su esposa. A partir de ahí, la mente de Madison se meterá en una autopista sin retorno. Lynch explota todas sus fobias y obsesiones y crea uno de sus filmes más personales y de más variadas lecturas. En mitad de la película, arremete contra el propio concepto de relato al cambiar el rostro (y la vida) de sus personajes para narrar otra historia que, en principio, nada tiene que ver con lo que se venía contando. Un sólido 4. Por Martín.
Puntajes:
Christian: 4
Fito:
Gastón:
Martín: 4
Rodrigo:
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